Beneficios de la "doble limpieza"

¿Sabías que la limpieza es lo más importante en cualquier rutina de belleza? 

Al ser el primer paso, es lo que prepara la piel para que los demás productos puedan hacer su trabajo y funcionar correctamente. 

Imagina que no tienes una limpieza facial adecuada. Lo que sucedería es que se quedarían células muertas, suciedad, sebo, maquillaje y otras impurezas en la piel. Y al aplicar el resto de tus productos, no penetrarían de la misma manera, ya que los poros están obstruidos.

De aquí viene la popularidad e importancia de una buena limpieza. Y así es como nació el double-cleansing… porque limpiarse una vez no basta, ahora son dos! 😅

 

 

¿Qué es el double-cleansing que tanto se habla ahora?

Es literalmente “doble limpieza”. Parte con un limpiador en aceite o un agua micelar, como nuestro Lavender Cleanser TESSA, como primer paso de la rutina. Este producto ayudará a eliminar el maquillaje, así como la suciedad que se acumuló durante el día. 

Después, es el turno de tu limpiador exfoliante como nuestro Glow Cleanser TESSA, que terminará de remover cualquier residuo y te dejará la piel impecable. Tómate tu tiempo al utilizar este limpiador, realiza un masaje con tus manos para que el producto cumpla mejor con su función. Además ayudarás a la circulación de tu rostro con estos simples movimientos.  

¿Qué le hace a mi piel?

Los beneficios del double-cleansing incluyen: mejorar la textura facial, revivir la piel cansada, devolver luz y uniformidad al rostro, entre muchos otros. 

Un rostro completamente limpio recibe y absorbe los productos de mejor manera. Además de que previene la aparición de puntos negros o espinillas. 

¿Es para mí? 

El añadir este paso se puede reducir al estilo de vida de cada persona y también a las necesidades de cada tipo de piel. Es recomendable hacer la doble limpieza si usas maquillaje muy cargado, vives en una ciudad con alta contaminación o utilizas un filtro solar. 

Por supuesto que también hay tipos de piel que pueden verse perjudicados con la doble limpieza: por ejemplo, la piel seca, muy sensible o con rosácea. Para este tipo de pieles, es mejor quedarse en los pasos básicos para evitar la posibilidad de irritación. Y si tienes ganas de implementarla, parte con productos mucho más suaves.

 ¿Con qué frecuencia puedo hacer un double cleansing?

Es recomendable hacerlo durante las noches. Y si eres de las que no tiene tiempo o tuvo un día agitado, basta con que lo hagas 2 o 3 veces por semana, verás que dentro de poco, notarás la diferencia. 

¿Reseca el rostro?

Ningún limpiador debería resecar tu rostro si es el adecuado para tu tipo de piel. Eso es lo más importante, utilizar el producto más conveniente para ti. 

Sí existe la posibilidad de lavar en exceso el rostro. Es por eso que se recomienda agregar el double-cleansing solo en las noches. Ya que, como sabemos, las células se regeneran durante la noche; y agregando este paso nos aseguramos de que la piel esté completamente limpia y lista para su renovación.